Un teatro para el pueblo y por el pueblo, que permite denunciar
problemas que les afectan y concienciar sobre sus soluciones es lo que
ha logrado la directora Mina Lora en la comunidad del norte de Manhattan
en Nueva York.
"Tengo mucha pasión, es mi vida, es lo que quiero hacer por el resto de
mi vida, ayudar, es un compromiso social", dijo a Efe la cofundadora de
la entidad sin ánimo de lucro "Teatro para el pueblo".
"Este es el teatro más bello, el de verdad. Es decirles (a la comunidad)
'ustedes no están solos'", afirmó Lora, quien también ha estado dando
clases sobre el escritor británico William Shakespeare en escuelas
públicas de ese vecindario, cuyos residentes han tomado los escenarios
de teatros, escuelas o centros culturales para presentar obras que ellos
también escriben.
Explicó que "Teatro para el pueblo" representa anualmente y de manera
gratuita una decena de obras en español, en las que trabaja tanto con
niños, adolescentes, adultos y ancianos.
"Cuando vamos a hacer una obra lo dejamos saber en la comunidad y no
sabemos de qué será hasta que no nos reunimos. Preguntamos quién tiene
una historia que contar. Los jóvenes han hablado de los abusos
policiales que han vivido, de su práctica de detener y requisar en la
calle, del Dream Act o de no poder pagar la universidad", indicó.
"Con los niños de ser activos, saludables, y con los adultos de las
deportaciones, de la residencia y ciudadanía, entre otros temas que
afectan a la comunidad", explicó la directora y actriz.
Posteriormente, se reúnen para escribir las historias y preparan la obra
en un periodo de diez semanas, bajo la supervisión de Lora y su esposo,
el también actor Bob Braswell, con quien fundó este teatro popular, que
se nutre de dinero de fundaciones y fondos públicos, tanto locales como
federales y donaciones.
Al finalizar la obra se dialoga con el público sobre el tema para buscar
soluciones al problema y se le invita a integrarse y sustituir a uno de
los actores, para, de esa forma, exponer su opinión y se repiten las
escenas.
"Cuando decimos teatro del pueblo, es del pueblo, no es que yo tenga una
idea y busco gente que la haga. Lo que quiero es darle la oportunidad
al pueblo a que diga lo que quiera decir. Aquí hay gente ligada a la
rama de la salud, estudiantes, empleados de restaurantes o fábricas o
mujeres de negocios", señaló.
Esta dominicana, que se trasladó a Nueva York para continuar sus
estudios universitarios, dijo a Efe que ha concentrado su trabajo en el
Alto Manhattan porque "es una comunidad con gente talentosa pero sin
oportunidades en las artes porque no hay programas gratis para ellos".
"También, como dominicana, me siento en casa. Me pareció que no hay
mejor sitio para hacerlo", dijo Lora, que aseguró que el teatro es la
mejor arma para llevar arte y educar a la comunidad.
"Nunca he visto otra rama del arte que mantenga a la comunidad tan unida
como el teatro, porque obligatoriamente tenemos que dialogar, que crear
ese sentido de comunión y como latinos, somos muy expresivos", indicó
Lora, que comenzó a actuar en su país desde que era una niña.
Recordó que "Teatro para el pueblo" nació de su tesis de estudios de paz
y solución de conflictos para la Manhattanville College en Nueva York:
"Fue la forma de combinar mis dos pasiones: el activismo comunitario y
la actuación".
Un ejemplo de la participación ciudadana es María Aristi, de 63 años,
que está con el grupo de teatro desde su fundación y dijo a Efe que el
poder contar en una de las obras en las que participó una experiencia
"bien triste" que tuvo que vivir le sirvió como "una forma de liberarse,
como una cura".
"No podía hablar de eso porque lloraba. Fue apoteósico y puedo decir que
me curé", aseguró esta actriz, quien dijo que desde entonces le ha
gustado la actuación porque la relaja y le permite olvidarse de todos
los problemas.
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